¿Cómo nos presentarías Horizontal?

Sin hacer demasiado spoiler, diría que es una película que utiliza elementos de género para retratar la relación entre personas adultas y niñas/os, donde la verticalidad habitual de esa relación se tambalea.

¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir?

Cada proyecto contiene para mí un misterio que es el que me pone en marcha; creo que más bien me pregunto qué mensaje quiere transmitirme a mí la película. A veces no entiendo una película que yo misma he hecho hasta años después e incluso entonces va mutando para mí su significado; es como si tuviera vida propia.

Puedo, eso sí, hablar sobre los temas que me rondaban mientras la escribía. Por un lado, reflexionaba sobre cómo nuestros padres envejecen y cómo se invierte la relación de cuidados. También pensaba en la misteriosa sabiduría de los niños y niñas: personas como cualquier otra, pero sin poder de decisión sobre la gestión de su tiempo o del mundo en el que viven, un mundo que no está hecho a su medida. Son decisiones que les afectan directamente, pero sobre las cuales no tienen agencia alguna.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración del corto?

Intenso y difícil, ¡pero muy rico! Trabajamos con un presupuesto que venía del mundo del videoarte, es decir, demasiado pequeño para hacer ficción… así que lo elaboramos con muy poquitos medios.

Aparte de esto, antes y durante el rodaje nos pasó de todo. Billie –la protagonista– se hizo un esguince días antes de rodar y lo tuvimos que reprogramar a toda prisa. Alicia Reginato, la productora que había acompañado el proyecto hasta entonces, finalmente no pudo estar y trabajé con un equipo para mí desconocido hasta entonces, lo cual al principio me intimidaba bastante. Pero fue un lujo trabajar con ellas/os. Flor de Múgica, Artur Pol Camprubí, Luca Rullo y Alejandra Frechero hicieron un trabajo paciente y precioso, lo dieron todo y gracias a ellas/os la película llegó a buen puerto. El corto luego ha seguido teniendo encuentros felices, como el de Leire Apellaniz y Claudia Salcedo, que se sumaron cuando la película estaba ya en fase de montaje.

¿Qué supone para ti participar en Zinebi?

Yo vengo de Bellas Artes y he participado en festivales anteriormente, pero siempre en la sección experimental. Para mi participar en Zinebi supone estrenarme en el mundo del cine más narrativo, por decirlo de alguna manera, y me hace mucha ilusión.

¿Qué esperas de tu presencia ahí?

Espero poder ver la película desde otra perspectiva, a través de conversaciones con el público o con otros cineastas. También tengo muchas ganas de ver el resto de cortometrajes y de conocer a sus directoras/es.

También estaréis presentes en Gijón, ¿qué recorrido esperáis que lleve a cabo el corto?

Estamos muy contentas/os de que Zinebi y FICX hayan querido compartir el estreno. Posteriormente  esperamos que el cortometraje tenga recorrido por otros festivales del país, y que encuentre un estreno internacional. Esta será la primera vez que lo proyectemos ante el público.

¿Qué otros trabajos tienes entre manos?

Empiezo a esbozar ideas para un largometraje junto a Theo Livesey. Mientras, estoy buscando financiación para rodar la segunda parte de ‘Segunda persona, tercera persona’, una película sobre el cruce entre la burocracia y la narrativa en los procesos de asilo en Francia. Estoy trabajando también en un proyecto que pone el foco en las preguntas de los periodistas durante las ruedas de prensa del Departamento de Estado de EEUU este último año en relación al genocidio en Palestina.