• La película ‘Nina’ ha sido seleccionada para competir en la Sección Oficial del Festival de Málaga. ¿Qué significa para ti que la premier de tu trabajo vaya a celebrarse en una de las citas cinematográficas más importantes del Estado?

Me siento agradecida porque el Festival de Málaga siempre ha confiado en mi trabajo. Gracias a que ‘Ana de día’ pasó por su Sección Oficial en 2018 conseguí llegar a cines comerciales, ser nominada a los Premios Goya y seguir desarrollando mi carrera hasta lograr hacer ‘Nina’. Agradezco mucho que el Festival de Málaga apueste por una cinematografía libre y variada y que nos impulse para conectar mejor con el público.

•  ¿Qué sensaciones tienes de cara al festival?

Estoy expectante. Todavía estamos terminando las mezclas finales de sonido y el rodillo de créditos, así que ¡será la primera vez que la muestre terminada!, pero creo que va a ser impactante. Tengo ganas de ver la reacción del público.

•  Este es tu segundo largometraje como directora. ¿Hubo algún desafío específico al que tuviste que enfrentarte durante el proceso de filmación?

Como todos los proyectos independientes, ha costado mucho financiar la película, y hubo que hacer numerosos recortes para conseguirlo; entre ellos, el tiempo de rodaje. Por este motivo, el mayor desafío fue lograr rodar todo lo que quería en las escasas semanas de rodaje que tuvimos. Tenía que llevar cada escena muy bien atada y muy clara porque el mínimo imprevisto hacía peligrar el plan de rodaje y no podíamos pasarnos ni un minuto.

•  ¿Qué te inspiró a contar esta historia en particular?

En primer lugar, la obra de teatro en la que está basada la película: ‘Nina’, de José Ramón Fernández. Desde el primer momento en que la leí me sentí identificada con sus atmósferas de reencuentro de dos personajes perdedores en su vuelta al pueblo. Y por otro lado, quería darle una vuelta de tuerca a cómo en la historia de la literatura nos han vendido, como mujeres, el cuento del amor atormentado en lugar de hablar de otro tipo de abusos. ‘Nina’ está basada a su vez en el personaje de ‘La Gaviota’ de Chejov. En el final de esta obra de teatro, Nina vuelve al pueblo destrozada después de ser maltratada sistemáticamente por Trigorin en la ciudad y, sin embargo, en su monólogo final dice que le sigue queriendo y que hay que saber sufrir. Y yo pensé: venga ya ¿y si Nina en lugar de volver enajenada de amor volviera para vengarse? Y ahí se unieron las dos historias.

•  ¿Cómo fue trabajar con el elenco y el equipo técnico?

En general fue un rodaje del que me llevo un gran recuerdo. Era mi primer rodaje fuera del underground y había cosas a las que no estaba acostumbrada: un equipo más grande, desconocido, acostumbrados a trabajar en producciones importantes… Pero fue una experiencia agradable. Me llevo buenos amigos y gente con la que volveré a trabajar sin duda. Además, nuestra convivencia en Mundaka hizo que hiciéramos mucha piña.

Sobre el elenco, Patricia López Arnaiz es la mejor actriz que tenemos ahora mismo en nuestra industria. Es la estrella anti-estrella. Es increíble su capacidad de conexión emocional, su inteligencia, su humildad… Solo tengo buenas palabras para ella y para el resto del elenco. Todos ellos de diez, en todos los sentidos tanto profesional como humanamente.

•  Por último, ¿qué viene a partir de ahora? ¿Cuáles serán tus próximos pasos?

Tengo muchos proyectos abiertos y ninguno confirmado, pero lo más tangible es que estoy esperando para cerrar los derechos de dos películas (una que de nuevo coproduciré y otra de encargo) y las fechas de rodaje de una serie de comedia escrita por Lorena Iglesias que tengo muchas ganas de rodar. Y si nada de esto saliera adelante, seguiré dando clases.