¿Cómo surgió la idea de restaurar el film?

La idea de restaurar clásicos del cine vasco viene de lejos, lo hacen las principales filmotecas del mundo y es una manera de dar una nueva vida a las películas. El Festival Lumière de Lyon, dedicado a los clásicos, es uno de los lugares en el que hemos podido estudiar cómo se llevan a cabo estos proyectos en sus distintas etapas. En el caso de ‘Tasio’ concurrieron distintos factores: es un hito indudable del cine vasco, carecíamos de copias en 4K a partir de digitalizaciones actuales de alta calidad desde el negativo original, la película cumple 40 años en 2024 y podíamos contar con el trabajo y la complicidad de Montxo Armendáriz para todo el proceso.

¿Cómo se ha llevado a cabo esta restauración?

En primer lugar, estudiando los materiales de los que partíamos, acordando todo con la empresa propietaria de la película (Mercury Films) y con la institución depositaria de la misma (Filmoteca Española), planteando el proyecto en el seno de nuestro Patronato para que el Gobierno Vasco encontrara el dinero y sacando un concurso público que finalmente ganó L’immagine Ritrovata de Bolonia. A este prestigioso laboratorio se desplazó Armendáriz para supervisar todo el proceso y hacer prevalecer su criterio en las últimas correcciones de color y sonido.

¿Cómo fue la experiencia de Cannes?

Lo dijimos al anunciarlo: teníamos la mejor restauración posible de uno de nuestros mejores títulos en el mejor escaparate: Cannes. Es el festival más importante del mundo porque logra dar a sus películas una visibilidad enorme. El hecho de que su director, Thierry Frémaux, se acercara a presentar la sesión y felicitara a Armendáriz fue también significativo.

¿Y la acogida por parte del público?

Se proyectó en la Sala Buñuel del Festival y creo que había entre el público mucha gente que no conocía la película. Al ser un público internacional fue bello escuchar no solo que había gustado mucho, sino que le buscaban parentescos con otros grandes maestros del cine de sus países: Kurosawa, Ermano Olmi, los Taviani, Pagnol, etc…

¿Qué supone una restauración para una película?

Traer una película de hace cuatro décadas a nuestros días, darle nueva vida y demostrar que el cine del pasado ha de formar parte de nuestro presente. Nuestro patrimonio es la herencia de la belleza de las creaciones humanas. El cine es un arte que requiere especial cuidado para su conservación porque padece una “trágica evanescencia”.

¿Qué significa el pase del Festival de San Sebastián, 40 años después del estreno allí?

Es el lugar para estrenar en el País Vasco esta restauración. Tiene una carga simbólica e histórica enorme para nuestra cinematografía. De todas las proyecciones que se han hecho hasta ahora esta debería ser la más emotiva.

Tras Cannes y el Donostia Zinemaldia, ¿cuáles serán los siguientes pasos?

Hemos recibido muchas invitaciones. ‘Tasio’ va a viajar mucho y ese era el objetivo.

¿Llegará a cines?

Por ejemplo, en Francia sí porque ya tiene distribución (Tamasa).

Mirando a futuro, ¿nos puedes comentar qué trabajos de este tipo tiene la Filmoteca entre manos?

Estamos trabajando en un proyecto de restauración para 2025. Es un proyecto de naturaleza diferente, pero también ambicioso. Estamos en las primeras etapas y ojalá salga adelante. En todo caso, el camino está trazado tras esta experiencia y desde la Filmoteca Vasca creemos que se ha demostrado que la internacionalización de nuestro cine de patrimonio es posible y puede ser un éxito. Las restauraciones no solo alejan el peligro de la desaparición de nuestro cine, sino que lo ponen en valor de manera extraordinaria.