• Para quien no haya oído hablar de ‘Contadores’, ¿podrías presentarnos de qué trata el cortometraje?

Está ambientado en el año 1978 y recoge una asamblea en la fábrica de Contadores de Agua de San Sebastián, en Bidebieta. En la asamblea se está debatiendo la firma de un nuevo convenio del sector del metal. Es crucial, ya que recoge las medidas económicas de la transición. Las negociaciones para la firma de ese convenio provocaron muchas movilizaciones y llegaron poco después de la legalización de partidos y sindicatos. Se trata de un momento histórico determinante.

En la víspera de la asamblea, un pequeño grupo de trabajadoras y trabajadores de la fábrica reunidos en un apartamento, imprimen de forma rudimentaria un panfleto en oposición a los sindicatos. No los reconocen como representantes y defienden la autoorganización de la lucha obrera.

• ¿De dónde surgió la idea de contar esta historia? 

El punto de partida es una investigación centrada en la autonomía del movimiento obrero guipuzcoano y los proyectos de vida comunitaria alternativos que surgieron en la zona al calor de los movimientos sociales de los 70. Actualmente, estoy desarrollando un largometraje basado en esa misma investigación. En la segunda parte del largometraje, algunos trabajadores de la fábrica deciden unirse a una comuna.

• El pasado mayo participaste en la Semana de la Crítica de Cannes. ¿Cómo fue la experiencia?

Fue una experiencia extraordinaria. Participar en la Semana de la Crítica de Cannes supone un reconocimiento enorme que ayuda a dar visibilidad a ‘Contadores’ y a impulsar futuros proyectos.

• Esta tarde presentas tu trabajo en la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián. ¿Cómo esperas que sea recibido?

Me hace muchísima ilusión. Es una sección que siempre he seguido con mucho interés. Además va a ser precioso poder mostrar la película en Donostia, será un momento de compartir y celebrar con todo el equipo y con muchas personas queridas. Y, por si fuera poco, el corto se proyecta junto a ‘Mamántula’, la última película de mi estimado amigo Ion de Sosa, que es también el director de foto que ‘Contadores’, y eso me hace muy feliz. Ese tipo de proyecciones son un regalo.

• ¿Qué balance haces del recorrido que ha tenido el cortometraje hasta la fecha?

Estoy súper agradecida, está haciendo un recorrido excepcional. De todos modos, trato de tener presente que es imprevisible el recorrido que puede llegar a hacer una película así. No solo depende de la calidad, del interés o de la pertinencia de la película, hay muchos otros factores igual de influyentes. En esta ocasión, hemos tenido muchísima suerte y lo estoy disfrutando. Pero tengo presente que lo más probable es que, en otras ocasiones, trabajos que para mí sean igual de relevantes hagan un recorrido mucho más modesto.

• ¿Tienes algún otro proyecto entre manos que nos puedas adelantar?

Estoy trabajando en mi primer largometraje, ‘Anekumen’. ‘Contadores’ es una especie de precuela de esta película. La primera parte estará ambientada en el movimiento obrero y la segunda en una comunidad a la que acuden cientos de personas para participar en unos cursos que tienen como objetivo liberarse, alcanzar estados de trance y catarsis. El punto de partida de la película es una investigación sobre la comunidad del Arco Iris que se instaló en el valle de Ulzama en los años 80. ‘Contadores’ ha sido una manera excepcional de empezar a esbozar el universo visual y los personajes del largometraje.