’Go!azen’ afronta ya su decimoprimera temporada. ¿Esperabais una acogida tan calurosa por parte del público? 

Cuando estamos grabando siempre está la incógnita de si seguirá funcionando como lo ha hecho hasta ahora y, por suerte, hemos vuelto a sentir la sorpresa y alegría de ver que el público lo sigue acogiendo con muchas ganas. Es un gran privilegio que el trabajo que hacemos sea tan bien recibido y saber que los seguidores nos ven con buenos ojos y con ganas de más. Es un empujón enorme para seguir trabajando.

¿Cuál crees que puede ser la clave del éxito?

Cuando hablamos de este tema entre los actores no puedo evitar echar la vista atrás. A mí la película de ‘Go!azen’ me pilló, creo, con 8 años, y me volvía loca ver cómo bailaban y cantaban y pensar que si iba a un campamento de verano podría sucederme lo mismo. Reía mucho con los personajes cómicos y estaba súperenganchada a la trama romántica de Irati y Beñat. Además, en aquella época de ‘High School Musical’, de repente aparecía este proyecto en euskera, con canciones que en casa había escuchado mil veces, y eso hacía que lo sintiera mucho más cercano. Creo que todos esos factores los sigue manteniendo, y que es un producto súper entretenido y educativo. 

¿Qué novedades nos presenta esta nueva temporada?

A esta temporada se han sumado seis personajes nuevos que, sin duda, gracias al maravilloso trabajo de los actores y actrices (Adriana Sánchez, Ander Murillo, Garazi Urkola, Irati Marín, Julen Taboada y Sara Cózar), nos traerán muchas emociones nuevas. 

Vuelve el verano y con ello el campamento Basakabi, en el que los personajes seguirán viviendo aventuras, misterios, amistades, romances, enredos… y, por supuesto, con muchas versiones nuevas de canciones euskaldunas. Tenemos a dos músicos (Izar e Ioritz) con diferencias artísticas, pero ambos con un talento innegable; mucha comedia gracias a Bosko, Oihane, Maitane y Leire, y por otra parte, también se tratarán temas más serios, como se ha hecho siempre en ‘Go!azen’.

Sin duda, es una temporada llena de sorpresas en la que hemos trabajado con todas nuestras ganas para hacer disfrutar al público tanto como sea posible.

¿Y qué podemos esperar de Garazi, tu personaje?

Garazi ha pasado el año trabajando como monitora en un centro de menores en el que ha conocido a una chica, Alaia, que le recuerda a sí misma cuando tenía su edad: enfadada con el mundo y con cargas que una niña no debería tener. Garazi decide llevarla a Basakabi porque, en su momento, a ella le ayudó mucho, y este es el punto en el que comienza la temporada: la lleva al campamento y ella se marcha con Luken de viaje a Nueva York. Pero Alaia está dando demasiados problemas y Garazi tendrá que decidir qué hacer: priorizar su vida personal o ayudar a Alaia.

Esta temporada podremos ver a una Garazi entrando en el mundo adulto, en el que deberá ser responsable e intentará entenderse con Alaia, mientras trata de controlar los impulsos que tanto la caracterizan y aprende a gestionar las situaciones de otra manera. Además, aparecerá un personaje con el que no pensaba que volvería a encontrarse…

Si no me fallan los datos, afrontas tu quinta temporada. ¿Cómo fue tu llegada a una serie ya consagrada?

Ya no recuerdo mi vida antes de ‘Go!azen’… La verdad es que es una suerte que quieran seguir contando conmigo y que Garazi siga encajando en la serie. Para mí es un caramelito de personaje; me da muchísima libertad para el juego y para sacar partes de mí que a mí personalmente me cuesta sacar. Es una serie que rodamos en muy poco tiempo; me dieron la noticia un viernes y el lunes siguiente ya estaba trabajando, así que, siento que tuve mucha suerte de que me dieran un personaje tan claro y marcado desde un principio. 

La llegada la verdad es que fue muy fácil. Entré junto con Ander Lacalle y Aitziber Errazkin, un lujo de compañeros, y nos dieron la bienvenida con los brazos abiertos. De primeras estábamos muertos de los nervios, pero habiendo tanta prisa para rodar, el equipo hace piña desde el primer día. Nos ayudamos tanto como podemos, nos apoyamos y nos cuidamos. Si no vamos a una, la serie no sale. Y tenemos como directora a Itziar Gómez, la “amatxu” del rodaje, que, por supuesto, aparte de dirigir y de llevar adelante un proyecto así, no hay día en el que no le pregunte a todo el equipo cómo está, día en el que no nos dé un abrazo y mensajes de ánimo cuando estamos todos agotados. Ella es la joya de este proyecto.

Y otra mención especial a Ander Lacalle, que fue mi compañero de trama, por ser un apoyo crucial en medio de la vorágine, aparte de ser un artista de los pies a la cabeza.

¿Qué supone para vosotras participar en la próxima edición de Festival de San Sebastián?

Es un honor para nosotras/os, nos hace muchísima ilusión. Cuando aterrizas en ‘Go!azen’, entras de golpe en un proyecto con mucha fuerza y vives experiencias que de otra forma no podrías vivir. Y aún después de varias temporadas, nos seguimos sorprendiendo cuando hacemos conciertos para tanta gente o cuando se confirma otra temporada. Y ser parte del Zinemaldia y poder llenar el velódromo es una de esas cosas que suceden con ‘Go!azen’. Un privilegio de los pies a la cabeza, una suerte enorme.

¿Qué esperar de vuestra presencia allí? Supongo que será una experiencia bonita, ¿no?

Seguro que lo será, sí. El año pasado lo vivimos como una experiencia que no se iba a repetir, y creo que todos recordamos mucho ese fin de semana: poder ver el primer capítulo rodeados de gente que ha participado en ‘Go!azen’ a lo largo de  su recorrido, la emoción e impresión de ver el Velódromo lleno… ¡fue inolvidable! Así que, teniendo la oportunidad de volver, seguro que este año también lo vamos a disfrutar muchísimo.

¿Tienes otros proyectos entre manos? ¿Nos puedes adelantar algo?

¡Pues sí! Tengo un par de cosas. Por una parte, estoy rodando la serie ‘Zeruahoak’, de Txintxua films dirigida por Koldo Almandoz, y, por otra, sigo de gira con la obra de teatro ‘Solo hasta mañana/Bihar arte soilik’, de Erre produkzioak dirigida por Gorka Minguez, y en la que participo junto con Lorea Intxausti, Mikele Arizkorreta y Albar Cirarda. Se trata de una obra en la que Lorea y yo tuvimos la oportunidad de participar en el proceso de creación, por lo que le tenemos un cariño especial.